Los ministros de educación de esta nación nórdica han logrado dar en el clavo al convertir a su nación en el país donde los niños no hacen exámenes. Muchos especialistas en salud mental y vanguardia pedagógica defienden desde hace tiempo que los primeros años de vida de un ser humano son esenciales para el buen funcionamiento de éste en su etapa adulta.
Finlandia, al ser un país en cuya lista de recursos humanos se encuentran incluidos sus ciudadanos, ha descubierto que el hilo negro de una buena educación es simplemente permitirle a los niños disfrutar de sus etapas tempranas de vida sin someterlos al estrés y ansiedad que generan los exámenes.
En Finlandia los niños tienen periodos de descanso más prolongados que en el resto de los países. Esta particularidad del sistema educativo finés permite a los niños disfrutar de su infancia recreativamente. El uso de amenidades está permitido dentro de las escuelas públicas; esta nación nórdica beneficia a sus infantes con una educación que, lejos de ser controversial, es en realidad efectiva.
¿Educarías a tu hijo en un país donde los niños no hacen exámenes?
La República de Finlandia es un país ubicado en el norte del continente europeo cuya nación colindante es nada menos que las vastas y frías extensiones de Rusia. Finlandia, nombre con el cual también se le conoce oficialmente a este país, es una nación nórdica famosa por la haber ofrecido al mundo los teléfonos celulares de la marca Nokia y la saga de los Angry Birds.
Los finlandeses sufren de temperaturas por debajo de los cero grados centígrados, sin embargo está particularidad de su clima contrasta con la calidez de sus habitantes, misma que está representada en las singulares actividades recreativas que año con año tienen lugar en esta república. Ejemplo de ello es el Campeonato Mundial de Air Guitar, — batalla internacional donde los participantes simulan tocar con virtuosismo una guitarra eléctrica — o el Eukonkanto, carrera donde el ganador debe vencer a sus oponentes con el peso de su esposa a cuestas.
Carrera de carga de esposas. Campeonato mundial de Air Guitar.
Un país donde los deportes y campeonatos más extravagantes son celebrados anualmente con el presupuesto y la licencia de su gobierno podría hacer creer al curioso visitante que sus centros educativos están lejos de competir con los estrictos cánones pedagógicos de países como China, lugar donde cada año se celebra el examen más difícil del mundo.
No obstante, desde hace 20 años tanto gobiernos como medios de comunicación han volcado su atención sobre esta República y sobre su singular método de enseñanza; la razón se encuentra en que los finlandeses han sabido defender desde principios del siglo XXI su lugar como líderes en educación a nivel mundial. Es decir, si deseas que tus hijos sean beneficiados con la mejor educación, deberás considerar la posibilidad de establecerte en este país europeo.
El modelo pedagógico de Finlandia ha sido puesto en duda por algunos intelectuales que desean comprender desde fuera el éxito de los institutos fineses; tal es el caso del escritor sueco Gabriel Heller-Sahlgren, quien ha intentado derribar el mito que continua galardonando a Finlandia con el título líder en la enseñanza. Sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es la única autoridad que ha logrado reunir las pruebas capaces de acreditar a las escuelas de esta nación nórdica.
El país donde los niños no hacen exámenes acreditó el examen PISA

Si has leído o escuchado reportes y noticias sobre educación, probablemente habrás notado que existe un gran interés por los países donde los estudiantes obtienen los mejores resultados en lectura, matemáticas o ciencias; el interés en esta materia se agudiza cuando nos cuestionamos sobre el lugar que nuestra nación ocupa dentro de esta clasificación. Entre los reportes más famosos tal vez hayas escuchado la palabra PISA, recientemente mencionada en medios de comunicación de América Latina por la salida de México de este sistema de evaluación.
PISA es la sigla con la cual fue bautizado el examen que evalúa a nivel mundial el desempeño académico de naciones enteras. El Programa Internacional para la Evaluación del Estudiante fue creado por la OCDE a finales del los años noventa; esta organización reúne a 38 países con el objetivo de mejorar la vida de los ciudadanos cuyas naciones la componen; entre los miembros de habla hispana que forman parte de la OCDE se encuentran Chile, Colombia, Corea, Costa Rica, España y México.
A finales de los años noventa, los países miembros de la OCDE propusieron la idea de medir si los jóvenes de 15 años en el mundo están preparados para incorporarse a la sociedad. La educación obligatoria concluye a los 15 años en muchas partes del mundo por lo que esta etapa de la vida de los estudiantes fue elegida como criterio de selección de candidatos al examen PISA.
Expertos en el campo de la educación trabajaron en conjunto para crear una prueba de 2 horas cuyas asignaturas claves son la comprensión lectora, las matemáticas y las ciencias. La prueba PISA se realiza cada 3 años y evalúa a los estudiantes de manera que permita a la OCDE saber si los estudiantes pueden usar lo que han aprendido en la escuela y aplicar ese conocimiento a situaciones y problemas de la vida real.
Los exámenes PISA se centran en conocer si los estudiantes pueden usar las competencias lectoras que han desarrollado en la escuela para comprender el sentido de información que encuentra en un libro, un diario, un formulario público o un manual de instrucciones.
Finlandia, la favorita de los exámenes PISA
En diciembre del 2019, la OCDE hizo publicó los resultados de la pruebas PISA aplicadas en el año 2018. En estos resultados puede observarse un descenso de Finlandia en los escalafones de evaluación; en casi dos décadas este país pasó de ocupar los primeros lugares a colocarse en el séptimo lugar de los resultados. No obstante, no siempre fue así.
La primera versión de los exámenes PISA (aplicada a 265 mil estudiantes en 32 países) fue celebrada en el año 2000; los resultados fueron dados a conocer, como es costumbre para la organización, un año después de aplicadas las pruebas. Finlandia sorprendió al mundo entero al mostrar ser el país con mejor desempeño sobre las capacidades de lectura entre jóvenes de 15 años; esta nación europea sólo fue superada por Japón y Corea en cuanto al desempeño de las matemáticas y la ciencia se refiere.
La exposición mediática de tales resultados fue tan grande que incluso el cineasta Michael Moore realizó un completo reportaje sobre los secretos del sistema educativo finlandés. Este trabajo periodístico titulado «¿Qué invadimos ahora?» muestra diversas entrevistas realizadas a estudiantes y profesores de las escuelas públicas de Finlandia, en ellas se intenta exponer al mundo cómo un país que en la década de los años cincuenta aun se encontraba en vías de desarrollo logró colocar a sus alumnos por encima de los estudiantes cuyas labores y evaluaciones eran consideradas hasta ese momento como intachables.
Desde entonces, las escuelas finlandesas y sus métodos poco ortodoxos de enseñanza se han convertido en un mito del siglo XXI del cual intelectuales, cadenas televisoras, países y creadores de contenido continúan reportando nuevos datos que puedan explicar la paradoja de sus métodos pedagógicos:
¿Cómo un país donde los niños no hacen exámenes es capaz de formar adolescentes cuyo valor académico ha sido galardonado por una organización como la OCDE?
¿Por qué los niños finlandeses no hacen exámenes?

Los niños de Helsinki, capital de Finlandia, se encuentran listos para comenzar sus clases desde las ocho de la mañana. El sistema escolar de estos alumnos ha sido uno de los mejores durante años, no obstante estos niños pasan mucho menos tiempo en la escuela que otros alumnos alrededor del mundo.
Los niños finlandeses comienzan su preparación a los 7 años de edad y permanecen dentro de una aula no más de 20 horas a la semana: conforme los niños comienzan a ganar edad, este tiempo va aumentando paulatinamente. Los profesores son los que deciden de manera individual las materias que los alumnos aprenderán así como su nivel de importancia. A diferencia de otras escuelas, Finlandia no exige a sus docentes seguir al pie de la letra un itinerario o un esquema pedagógico; los profesores de esta nación pasan una exigente preparación antes de obtener la oportunidad de liderar un salón de clases.
En Finlandia los almuerzos, los libros de texto y las excursiones son totalmente gratis; las opciones para relajarse después de sus enseñanzas son tan vastas que un turista fácilmente podría confundir los espacios educativos con las oficinas de Silicon Valley. En las primarias de Finlandia se busca que las relaciones entre los alumnos y los profesores sean de gran familiaridad, intentando, en lo posible, emular el estilo de vida que estos niños llevan en sus hogares.
Los niños empiezan, por lo general, su acercamiento a la lectura hasta los siete años. Antes de esta edad, cada día es dedicado a disciplinas como la música, el deporte, las actividades manuales o artísticas, el perfeccionamiento de la lengua materna e incluso las matemáticas. Los niños de Finlandia trabajan solamente durante la mañana, siempre de manera muy lúdica. La tarde es reservada al juego el cual es organizado por los profesores como aprendizaje.
Hasta los nueve años los alumnos no son evaluados con exámenes. Sólo a esa edad los alumnos son evaluados por primera vez, pero sin emplear cifras. Después no hay nada nuevo hasta los 11 años. Es decir que en el periodo aproximadamente equivalente a nuestra escuela primaria los alumnos sólo pasan por una única evaluación. Así, la adquisición de los saberes fundamentales puede hacerse sin la tensión de las notas y controles y sin la estigmatización de los alumnos más lentos.
Cada uno puede progresar a su ritmo sin interiorizar, si no se sigue al ritmo requerido por la norma académica, ese sentimiento de deficiencia o incluso de nulidad
que producirá tantos fracasos posteriores, esa imagen de sí tan deteriorada que, para muchos alumnos, hace que los primeros pasos sobre los caminos del conocimiento sean a menudo generadores de angustia y sufrimiento. Finlandia ha elegido confiar en la curiosidad de los niños y en su sed natural de aprender.